viernes, 19 de diciembre de 2008
Alegría!! Feliz 2009!!
Hola, hacía algún tiempo que no aporreaba el teclado. Antes de haceros llegar mi felicitación de las fiestas y del año nuevo os voy a contar una historia que viví allá por el año del señor 1989. Todo transcurrió entre Madrid y Huelva. Durante la Romería Rociera del Rocío de aquel año allí estábamos dos integrantes de lo que posteriormente sería conocido como la "Santísima Trinidad": Pedrito y yo, dos fenómenos de la naturaleza.
El viaje comenzó entretenido puesto que fuimos para allá en autobús (mis padres y Silvia, mi hermana, se fueron en coche días antes y a mi me dejaron colgado en un bus). Qué os parece? pues aquello fue el detonante de unos ataques de creatividad dificilmente narrables con palabras.
Salimos de noche. Pedrito y yo nos sentamos como a la mitad del bus. De unas 50 plazas con las que contaba el bus, aproximadamente la mitad eran ocupadas por gente que superaba los 50 años de edad sin correr. El resto éramos gente de entre 16 y 22 años, más o menos. La distribución en el bus era la habitual, de mitad para adelante l@s madurit@s y de la mitad para atrás l@s pipiol@s. Algun@s fumaban, otr@s pimplaban, otr@s se metían mano, ya sabéis... lo normal.
El destino quiso que Pedrito y Luisito nos sentáramos en esa zona intermedia de mestizaje y fusión generacional. A nuestra derecha la ventana del bus, a nuestra izquierda dos señoras de unos 70 años cada una. Una de ellas, la rubia de bote era una clonación baratilla de Marilyn Monroe, iguanita iguanita que ella si no la hubiesen "suicidado" con rulas los de la cía. Me explico, imaginaos una señora de unos 70 años de esas que según dicen los entendidos, no saben envejecer dignamente (pobre Marilyn). Pues eso, con su pelo cardado, teñida de rubio platino y con unas mallas 2 tallas menos de leoparda en celo, los labios pintados de rojo pasión y perfilados de color negro como el orto de un grillo.
Os ponéis en situación? pues bien, la cosa no hace nada más que empezar puesto que como suele ser habitual en mí, y quién me conoce sabe que ni invento ni exagero nada de nada, les puse motes a todos los integrantes del bus rociero antes de la parada de Depeñaperros. Y como también suele ser habitual en mí, le decía a cada un@ su correspondiente Nick a partir de ese momento. Algo así como San Juan Bautista cuando bautizaba pero al estilo laico que no zapateril.
Volviendo al asunto de la rubia platino, al minuto de intercambiar unas frases con Marilyn, dicha señora sabía que a partir de ese momento dejaría de llamarse "Señá" Carmen "pa" llamarse Marilyn a secas. Como suele ser frecuente en mi trayectoria moteadora, la seña Carmen, lejos de sentirse ofendida por mi descaro se lo tomó como un cumplido. Señalar que en ningún momento he dicho, aunque lo pensé en su momento, que Marilyn hubiese dado su muela de oro y sus queridas mallas de dos tallas menos, por cohabitar en un catre intercambiando conocimientos junto a Pedrito y a mí, zapateando hasta altas horas de la madrugada almonteña. Reitero que en ningún momento perdimos ese componente de respeto que una persona de 70 años merece, incluida Marujita Díaz y contemporáne@s.
En la pequeña mochila que me subí al bus llevaba todo un arsenal de artículos de coña y otros susceptibles de dicho uso aunque su función principal no fuera esa$. Me explico con un claro ejemplo: un despertador de esos de cuerda que daban un por culo terrible en el silencio de la noche. Pues su uso es precisamente ese, de reloj-despertador. Pues a mi ma hacía mucha gracia activar esa alarma tan estridente durante el sueño de los dormilones del bus. Pensaréis con razón que menudo cabronazo y que no tiene ni puta gracia, pero a mi y a Pedrito nos hacía descojonarnos. Ya sabéis, esto del humor es tan subjetivo...
Menudo viaje... y además nos dió por hacer un ruido con la boca que sonaba como una mezcla pájaro-carpintero y frenazo de coche... echádle un poquito de imaginación...
Los compañeros de viaje estaban divididos, conseguimos hacer dos bandos diferenciados, de los asientos del medio hacia adelante incluyendo al conductor estaban en contra nuestra exceptuando a Marilyn y su amiga que no citamos apenas porque no fue parte activa de las aventuras rocieras. De la mitad hacia detrás la mayoría de jóvenes que empezaron a reirse con nuestras "gracias" se empezaron a cansar de tanto chillido, de tanto despertador y de tanta frase absurda que salía de nuestras gargantas a un ritmo frenético como si nuestra vida fuera en ello. La verdad es que Marilyn, su amiga y unos pocos seguidores fueron fieles hasta el final del viaje. También añadir que acabamos conquistando a muchos de los de los asientos delanteros a pesar de echarles frutos-secos en sus camas, y de otras cosillas. A los jóvenes también nos los metimos en el bolsillo en cuanto bajamos del bus y nos vieron como nos manejábamos en tierras almonteñas. Pero eso es otra aventura porque gracias a Mike Olfield y su Foreign Affair... solo escuchar esta canción se me ponen los pelos de punta...
Cuando llegamos al Rocio, allí estaba mi padre, recibiéndonos y repartiéndonos en la casa de la que es hermano. No sé si conocéis como funciona aquello del Rocio, pero la gente que es asidua suele tener una casa por la que paga desde 1 millón de pesetas al año hasta lo que quiera para tener un lugar de encuentro cada vez que vayan por allí. Incluso hay gente que se va a celebrar las navidades, en la vacaciones de verano, etc. Pues eso, que aquellas casas suelen ser hermandades y ello conlleva el alojamiento de numerosas personas con lo que son por norma grandes y tienen muchas habitaciones y camas repartidas por toda la casa y sobretodo un gran salón diáfano donde tocar la guitarra, el tambor, la flauta, las palmas y todo aquello que produzca sonido rociero... ya sabéis.
Pedrito y yo nos cogimos una litera que daba al patio interior, a modo de corrala y que nos permitía observar a los romeros en plena función sin ser observados nuestros movimientos letales. La verdad es que nos hicimos coleguitas los jóvenes del bus y la eterna Marilyn. Nos hicieron un bautizo rociero, Pedrito se ganó el respeto de unos cuantos borrachines bebiéndose una botella de vino tinto de un solo soplido... tan cierto como la vida misma. Otro personaje que nos acompaño al iaje y del que no había hablado hasta ahora era Juan Antonio (Pani) le llamaban pani porque estaba un poco gordito y en los escolapios un imaginativo moteador, que no soy yo, aprovechando la clase de biología y haciendo un juego de palabras le apodó Pani, pero de panículo adiposo (creo que es el nombre técnico de la grasa o algo similar).
Juanan se fue el que recibió más bautizos rocieros y en un día, a las 8 de la mañana a base de palomitas (anisete-seco) se conviertió a la religión rociera. Horas antes Pedrito y yo nos pusimos a tirar piedras a una casa que estaba llena de gitanos, resulta que nos pillaron con las manos en la masa y en vez de tomárselo mal nos invitaron a pasar a la casa y sabéis lo que allí se celebraba?? siiiiii, una boda gitana. Joder!! pero es que llevaban así un día y lo que quedaba...
Por aquella época, Pedrito usaba laca extrafuerte para domar su fino pelo. Yo usaba gomina, pero esta no era inflamable. Sabéis como nos divertíamos cuando estábamos saturados de tanta palma, tanta gamba, tanto rebujito y tanto rociero?? pues tocando los cojones a todo aquel que se cruzara en nuestro camino. En una de esas, estábamos cenando en la casa-cuartel-rociera y lo hacíamos repartidos en varias mesas largas, tipo tablones, en plan militar, de repente hubo un apagón general en la aldea del Rocio y los platos de Pedrito y míos quedaron proporcionalmente tan vacíos como los pelos y ropajes de la gente de las mesas de delante quedaron llenos de suciedad, lechuga, pelos de gamba, queso, jamón, agua, 7up, cerveza, pan, incluso algún plátano que otro voló. Cuando la luz volvió por primera vez el espectáculo era como para contenernos las risas porque Juanan, Pedrito, Yo y otros compinches más que hicimos por allí estábamos en el punto de mira de los dannificados por el 1er eclipse eléctrico. Despues de la intervención de algún tutor nuestro haciéndo ver a la masa enfurecida y con ansias de venganza que éramos poco más que retrasados mentales (dicho sea desde el más sincero respeto hacia las personas con algún retraso u enfermedad mental). Pues eso, que gracias a la intervención de algún samaritano iluminado evitamos el patíbulo. Lo normal en ese caso es dejar de hacer el cimbel y acojonarnos, pero lejos de producir ese efecto relajante y reflexivo en nosotros, lo que hizo fue avivar (nunca mejor dicho la llama de la creatividad más pura).
Se volvió a ir la luz de nuevo y corriendo fuimos a por un bote de laca de Pedrito (tamaño familiar y lleno hasta el pitorro). Sabéis lo que sucede cuando enciendes un mechero y pulsas el pitorro del aerosol?? siiiii, se obtienen un potente lanzallamas. Pues imaginad, Pedrito, Yo y fieles corriendo por la planta de arriba, por la parte de abajo y en una de esas me paré en una zona en la que había un grupo de típicas sevillanas-colegialas-pijas-ninfomanillas y las pregunté sin dejar de jadear: oye, habéis visto un lanzallamas por aquí?? a lo que ellas se reían a carcajada de nosotros y nos llamaban de todo menos bonito hasyta que por sorpresa se encendía un mechero y de repente la laca lanzaba una bocanada de fuego que se veía reflejada en sus asustados ojos. Lo chillidos se podían oir desde la playa de Matalascañas. Qué risa!!
Así sucesivamente y sin parar de tocar la moral del personal. Despues de eso nos daba por llenar las camas de los enemigos con restos de almendras, kikos, pipas... si alguna vez os ha caido un miguita o cualquier motita dentro de la cama me lo contáis a ver que se siente, pues multiplicar esas sensación por diezmil...
Otro día nos fuimos a las marismas a espantar a los caballos que venía a beber agua, pero sin hacerles daño, eh!! otro día me picó un mosquito que me dejó el brazo como el de popeye. Otro día nos fuimos a la playa de Matalascañas y jugamos un partidillo de fútbol-playa con algunos jugando en gayumbos. Otro día, fuimos a una discoteca almonteña, nos pusimos en una especie de escenario a bailar unas sevillanas con unas chicas muy simpáticas, resultando ser las amigas-novias de los más chulos de Almonte. Yo siempre he sido muy chinche y provocador pero salvo que el contrincante fuera muy inferior sabía parar a tiempo y pedir perdón. Mejor ser un acojonado vivo que no un valiente herido. Pues Pedrito era todo lo contrario a mí. Sea como sea, los madrileños allí, aparte de parecerles unos chulos de mierda solemos tener cierto éxito entre las féminas (al menos hace casi 20 años así era). Pues entre las almonteñas que nos daban cancha y nuestro morro, nos arrejuntábamos más de la cuenta bailando sevillanas. Vino un señor alto y grande y nos dijo que por favor abandonásemos la discoteca rápidamente porque no se hacía cargo de lo que allí estaba a punto de suceder. Viendo el peligro en sus ojos enganché a un pendenciero Pedrito que se resistia a soltar a la almonteña, igualmente con el resto de compis madrileños. Salimos por una puerta de emergencia y echamos a correr cual gamos amenazados... aún así dió tiempo a que Pedrito soltara el puño... pero por suerte, el miedo nos hizo correr para salvar la vida.
Bueno chic@s, ya os iré contando más aventuras para no dormir, de momento os dejo unas fotitos mias...
Libertad!!
Recordáis??
Amig@s, solo me queda haceros llegar mi más sincera felicitación por el nuevo año que empieza y mis mejores deseos para encontrar las cosas por las que luchar y las fuerzas para conseguirlo.
Feliz 2009...
os dedico una canción que a mí particularmente me encanta y eso que soy anti-circo, pero merece la pena escucharla por el rollo positivo que transmite y porque la música es la máxima explesión del ser humano...
muchos besos!!
Luigi, Artista de los Milenios
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1 comentario:
Hola soy, "Pedrito", ajaja, Luis que recuerdos, fue un viaje muy denso la verdad, se te olvido contar que después de beberme la botella de vino, me quise suicidar tirándome a una enmarañada manta de rosales cabreados y me hiciste un placaje que al final caíste tu, la que pasamos para sacarte de ahí.....bueno, niño....gracias por acompañarme en mis recuerdos, "Luisito", jajajaja
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